dissabte, 19 de març del 2011

DESÁNIMO

Sentimiento de falta de energía y vitalidad debido a una causa física o psíquica, conocida o desconocida, que se vive como algo negativo. Pertenecen a esta misma familia el decaimiento, el abatimiento, la desgana, la desmoralización.
Ante el esfuerzo o el dolor uno puede mantener el esfuerzo, resistir, aguantar o claudicar (ceder, resistirse o sometrese). El desánimo nos lleva a renunciar, a flaquear y a desistir ante una situación determinada. La persona que se siente desanimada no encuentra el impulso para actuar, para mantener una actividad ni para esforzarse. El desánimo alargado en el tiempo, el desánimo patológico o carencia total de impulso y vitalidad, correspondería al estado de depresión e iría asociado al sentimiento de impotencia, total o falta de control.

Una mala notícia, una carga excesiva de trabajo, un problema muy grande nos cae encima sin previo aviso. Tambaleando, sólo nos queda una solución viable: dejarlo todo y refugiarnos en el colchon de plumas.

El antónimo del desánimo es el ánimo.

A veces cuando una persona siente desánimo uno se acerca y le dice:- "Vamos, anímate" o "No te desanimes"-. En muchos casos estos comentarios no ayudan a esa persona y pueden fomentar sentimientos se culpa por el hecho de sentirse como se siente.  Es importante evitar fórmulas que prohiban sentir.

Para prevenir el estado de desánimo o aprender a controlarlo es muy útil trabajar y fomenter la automotivación. La persona automotivada es capaz de encontrar dentro de si misma los recursos necesarios para enfrentar y controlar el desánimo.








Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada